Pues eso, que este sábado por la mañana se nos ocurrió ir de domingueros a la playa a pegarnos un chapuzón en esas aguas que nunca bajan de 25º ni de 50% de proporción de sal, cuando de repente, cual aparición fantasmagórica, vimos a lo lejos unas nubes.


"Viene tormenta" avisó Fran. Nosotros: "Sí claro, como que por aquí llueve mucho".


Pues oye, tuvo razón, aunque no era una tormenta normal, sino nuestra primera tormenta de arena. Bastante divertida por cierto. La gente huía de la playa aunque realmente, al ser la arena relativamente fina, no dolía prácticamente nada, y era más por la molestia.


Y no os creáis que era sólo en la playa.


Lo más curioso de todo es que por la noche, a eso de las 5 de la mañana, me despertó una tormenta eléctrica bastante gorda (no hay fotos, lo siento, la cámara estaba más lejos que lo que alcanzaba mi brazo) tras la cual cayó el primer chaparrón de lo que llevo de estancia. Que quede entre nosotros, pero al final, Fran tenía razón.

PD: Para ver más fotos, os dejo el link, que ya sabéis que yo ahora tengo Flickr censurado...